Alicia Alonso: dictadura y arte de la mano
Nuevas revelaciones arrojan mayor luz sobre la estrecha amistad que durante décadas unió al tirano y la artista, ambos ya en la práctica retirados de la pompa y las luces de los escenarios.
La fundadora y directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso, acompañada de Raúl Castro.
mayo 07, 2013
Un artículo que publica este martes el diario español El Mundo hace un paralelo entre la mejor cineasta alemana durante el nazismo, Leni Riefenstahl, que “usó su talento para hacer propaganda de la maquinaria del terror” instaurada por Adolf Hitler, y la bailarina cubana Alicia Alonso, creadora del Ballet Nacional de Cuba (BNC) y entrañable admiradora de Fidel Castro.
El trabajo aborda los estrechos vínculos entre Alonso y el dictador y menciona la publicación de un libro recién salido de imprenta en Francia. “La bailarina y el comandante, la historia secreta del ballet de Cuba”, en la que la autora, Isis Wirth, afirma que "entre Alicia Alonso y Fidel Castro hubo un pacto, se entendieron perfectamente desde el triunfo de la revolución".
“Para Alonso era importante tener el apoyo del régimen y así poder cumplir sus aspiraciones musicales—dice el artículo--. Para Castro, el ballet era un perfecto instrumento de propaganda, un escaparate para cubrir sus políticas de una pátina de cultura y modernidad”.
A juicio de Wirth, quien durante una década trabajó para el BNC y hoy está exiliada en Suiza, Alonso convirtió la compañía de danza en una vitrina artística del régimen a cambio de apoyo financiero. "En todas las compañías de ballet hay una jerarquía con órdenes y estricta disciplina, pero en Cuba esto se ha llevado al extremo", dijo.
Sin dejar de reconocer los méritos profesionales de quien ha llegado a ser “un mito incontestable de la danza”, además de “la coreógrafa cubana más reconocida” y “madre de la escuela nacional de ballet” que se quedó parcialmente ciega con apenas 20 años, lo que no le impidió “llegar a lo más alto”, la autora del libro sostiene que Alonso es “una megalómana incurable”.
Wirth pone al descubierto en su testimonio que, como máxima figura del BNC, Alonso "aplicaba las reglas de un régimen totalitario y no permitía que nadie tuviera demasiado éxito. Si algún bailarín empieza a despuntar o a gustar mucho al público le arrincona, le niega los grandes papeles".
A pesar de que aprovechó su estrecha relación con Castro para proteger de la persecución del régimen a sus bailarines, sobre todo a los homosexuales, agrega, también "se valió de la dictadura para hacer realidad sus propios sueños y satisfacer sus ambiciones".
El artículo destaca que a los 93 años de edad, Alonso está ahora "casi ciega y tiene problemas de psicomotricidad", el BNC afronta apuros de financiación, desde hace décadas sus profesionales emprendieron el éxodo en busca de futuro, y “en los últimos meses siete de sus miembros han buscado asilo en México”.
“Según la periodista y autora del libro—destaca—, ya son 180 los huidos a lo largo de la Historia. Temen que el ballet no sobreviva a una Cuba sin Castro y que caiga si el régimen se desmorona”.
El trabajo aborda los estrechos vínculos entre Alonso y el dictador y menciona la publicación de un libro recién salido de imprenta en Francia. “La bailarina y el comandante, la historia secreta del ballet de Cuba”, en la que la autora, Isis Wirth, afirma que "entre Alicia Alonso y Fidel Castro hubo un pacto, se entendieron perfectamente desde el triunfo de la revolución".
“Para Alonso era importante tener el apoyo del régimen y así poder cumplir sus aspiraciones musicales—dice el artículo--. Para Castro, el ballet era un perfecto instrumento de propaganda, un escaparate para cubrir sus políticas de una pátina de cultura y modernidad”.
A juicio de Wirth, quien durante una década trabajó para el BNC y hoy está exiliada en Suiza, Alonso convirtió la compañía de danza en una vitrina artística del régimen a cambio de apoyo financiero. "En todas las compañías de ballet hay una jerarquía con órdenes y estricta disciplina, pero en Cuba esto se ha llevado al extremo", dijo.
Sin dejar de reconocer los méritos profesionales de quien ha llegado a ser “un mito incontestable de la danza”, además de “la coreógrafa cubana más reconocida” y “madre de la escuela nacional de ballet” que se quedó parcialmente ciega con apenas 20 años, lo que no le impidió “llegar a lo más alto”, la autora del libro sostiene que Alonso es “una megalómana incurable”.
Wirth pone al descubierto en su testimonio que, como máxima figura del BNC, Alonso "aplicaba las reglas de un régimen totalitario y no permitía que nadie tuviera demasiado éxito. Si algún bailarín empieza a despuntar o a gustar mucho al público le arrincona, le niega los grandes papeles".
A pesar de que aprovechó su estrecha relación con Castro para proteger de la persecución del régimen a sus bailarines, sobre todo a los homosexuales, agrega, también "se valió de la dictadura para hacer realidad sus propios sueños y satisfacer sus ambiciones".
El artículo destaca que a los 93 años de edad, Alonso está ahora "casi ciega y tiene problemas de psicomotricidad", el BNC afronta apuros de financiación, desde hace décadas sus profesionales emprendieron el éxodo en busca de futuro, y “en los últimos meses siete de sus miembros han buscado asilo en México”.
“Según la periodista y autora del libro—destaca—, ya son 180 los huidos a lo largo de la Historia. Temen que el ballet no sobreviva a una Cuba sin Castro y que caiga si el régimen se desmorona”.
http://www.martinoticias.com/content/cuba_castro_alonso_ballet/22286.html
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VICERRECTORA (ALICIA ALONSO)
Cell: 5352880760 Autorizada por MÁXIMO LAFUENTE y espiada desde Calle 28 No. 510 E/ 5TA Y 7MA, MIRAMAR, PLAYA.CIUDAD DE LA HABANA.
Casa donde anteriormente vivía la bailarina Alicia Alonso
por camiloh1
Alguien que ya no recuerdo, me comento hace años que la hija de alicia Alonzo vivia en 7ma entre 26 y 28, de la acera Sur, osea la misma de Biotop y de la cafeteria Pam.com y la Optica de Miramar. Luego oi decir que vivia, la hija, en 17 casi 190, en Siboney, es una casa que esta casi frente a Pabexpo, no se que es de cierto todo eso.
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Laura vivía en el edificio de tres plantas que queda en 7ma e/26 y 28, acera norte. Es un edificio muy raro, de propiedad horizontal y tres apartamentos descomunales con entradas independientes. Todos eran completamente distintos por dentro. El del segundo piso, donde vivía Teresita (no me acuerdo del apellido: era hija de un "pincho") era todo por niveles, muy bonito. Laura vivía en en penthouse con piscina (que no podían llenar, porque goteaba para el apartamento de Teresita: jajajaja, chismes cubanos)Luego todas esas casas se cambiaron en un permuta grandeliga que incluía un apartamento en el edificio que queda frente al salón rojo del Capri, una casota de Siboney (donde filmaron Habanera, de Pastor Vega), el penthouse de Laura y la casa de Alicia. Vedado, Miramar y Siboney: grandeliga total.
Asi es la cosa, creo que en la casa de Siboney donde dices, debe ser la que te digo, vivio (a lo mejor era su esposo, un camarografo del ICAIC).
Aja, Livio Delgado, el director de fotografía. Los del Vedado que terminaron yendo para el penthouse de Laura eran un señor que creo que era diseñador gráfico o pintor, que tenía dos hijas buenisimas, rubias. A propósito: ¿Alguien sabe de Patricia, la hermana de Silvita, de 36 y 1ra? Supe que Silvita falleció hace años. Sus fiestas fueron de las primeras a las que fui, con 12 ó 13 años. AJA!!: ¡¿Y a que no recuerdan el momento altamente esperado en todas las fiestas, cuando apagaban la luz y ponían a José Feliciano, y uno podía "apretar"?! Visto en la distancia, ¡qué guacarnacos éramos!